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Para el conocimiento de la fauna, se parte del conocimiento taxonómico y de la distribución de las especies en los tres ambientes de vida terrestre, aguas continentales y aereo.
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El objetivo del estudio de la fauna con planificación territorial se orienta mas que todo hacia las especies en las que conforman poblaciones estables e integradas en comunidades también estables sin incluir los animales domésticos.
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Fauna y Vegetacion de Buenos Aires - Flora y Fauna |
En las cañadas y lagunas: totoras, juncos, cortaderas, espadañas, espertillo.
En las arenas: olivillo
En las sierras: el casi desparecido Currumamuel y exóticas: eucaliptos, álamos, paraísos, pinos, casuaruinos, tamariscos, etc.
En el bosque rivereño del Plata:ceibos, laureles, sauce y ombúes.
Los talares netre Quilmes y Punta Lara, se extienden aún al sur del Cabo San Antonio.
El monte occidental: brea, jarilla, retamo, malle chañar, algarrobo, alpataco, visco, arca.
La vegetación es una pradera graminosa, originalmente sin árboles; las especies arbóreas que hoy presenta son producto de la forestación.
La costa presenta extendidas playas arenosas, salvo a la altura de Mar del Plata y Miramar, donde el sistema de Tandilia se hunde en el mar originando relieves acantilados rocosos que le otorgan particular belleza paisajística.
La estepa pampeana comprende toda la provincia excepto el extremo sudoeste.
En la zona oriental el suelo es arcilloso, compacto y poco aireado determinando la ausencia de árboles y el predominio de gramíneas.
En cambio el occidente es arenoso, suelto erosionable.
La estepa es esencialmente herbácea y ha sufrido profundas transformaciones.
Garzas, flamencos, patos, teros, martinetas, chajaes, comadrejas, zorros, zorrinos, vizcazchas, guanacos, gatos del pajonal, venados, tucu-tuco, hurones, jabalíes, conejos, ñandúes, ciervos exóticos, gran variedad de aves y peces.
La intensa actividad antrópica ha modificado los ambientes naturales de ésta Provincia. Antes de éste brusco cambio, era común encontrar extensos pastizales. Éste ambiente fue reemplazado por cultivos y árboles exóticos como el paraíso, el álamo, el pino, el eucalipto, la acacia y el plátano. La antigua pradera sólo era interrumpida por algún ombú. Éste arbusto gigante aún puede observarse hoy en día. Debido a la baja cantidad de herbívoros, los pastos crecían y posteriormente morían formando pajonales secos que nutrían al suelo con materia orgánica, pero a su vez esto provocaba la disminución de nitrógenos. Los pastos predominantes son las gramíneas.
Los animales eran escasos. Entre los más comunes se destacan el ñandú, el peludo, la vizcacha, el zorrino, el puma y el gato de los pajonales. Entre las aves se destaca el chimango y el carancho. Además del tero, el chajá y el loro.
A orillas del Paraná el ambiente es muy distinto. Subsisten montes de sauces, ceibales, laureles y algarrobos. Se agrega, además, una variada fauna de reptiles como la peligrosa yarará, lagartos, batracios y diversidad de aves. Destacan entre ellas el picaflor, el benteveo, el torno, el chorlo y el hornero.
A mediados del siglo XVI comenzaron los cambios en el bioma de la Provincia con la llegada de vacunos y equinos que se hicieron cimarrones. Estos competían con el venado y el ñandú. Como eran más abundantes sus defecas enriquecieron el suelo con nitrógeno, hecho que favoreció el reemplazo de pastos duros por pastos tiernos. Este ganado desapareció lentamente durante a principios del siglo XIX, debido a la curtiembre y al sebo. Fue reemplazado por caballares y vacunos apropiados para las nuevas actividades agrícolo-ganaderas.
La flora y fauna de las orillas del Paraná, también fueron eliminadas por la instalación e actividades portuarias y servicios. Actualmente se mantiene la avifauna en montes nuevos cuya función es la de frenar los vientos.
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